Esta espectacular casa en Ibiza es el destino perfecto para descansar entre el campo y la playa. Su interior blanco, al estilo ibicenco, se salpica de tonos tierra, azules y verdes. Su arquitectura ha ido renovándose con los años, como se hacía en las casas payesas, con anexos, nuevos volúmenes y terrazas para disfrutar de las vistas del mar.
El conjunto respira un aire rústico y muy mediterráneo, amenizado por algún detalle de estilo colonial. La planta baja de la casa se ha planteado como un gran espacio diáfano, donde un juego de niveles ayuda a marcar las diferentes áreas funcionales: salón, comedor y cocina. La continuidad entre ambientes, espontánea y dinámica, también se da entre el interior y el exterior. Como vivir sin muros. La blancura imperante se contrasta con detalles de color azul y verde. “Colores frescos, sugeridos por el mar y la vegetación”.
Las tres habitaciones de la planta superior cuentan con una terraza privada, como una extensión natural del dormitorio que invita a desperezarse con el aire fresco de la mañana.
Via:elmueble
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