jueves, 28 de enero de 2016

Ahorra en la factura de la luz


En estos tiempos en los que la factura de la luz es cada vez más cara, intentar reducir al máximo el consumo, y con ello el precio final, puede parecer un imposible. Pero no lo es, pues por poco que se consiga, el mínimo ahorro es… precisamente eso, un ahorro que aunque no notes a largo plazo sí lo harás a la larga. Porque ahorrar… pongamos 20 euros al mes no parece tanto, pero si pensamos que al año suponen 240 euros de ahorro ya es otra cosa, ¿verdad?

Por ello, tener en cuenta todos los detalles y las claves que pueden hacer que tu factura de la luz descienda mes a mes y llevarlos a cabo muy conscientemente es muy importante para nuestro bolsillo. Y si esta posibilidad está a nuestro alcance, ¿por qué no estudiarla y ponerla en práctica?

 
  • Disminuir la potencia eléctrica contratada: este término es muy importante y es el primero a tener en cuenta, pues de ello depende que nuestra factura suba mucho o se mantenga. La potencia eléctrica que necesitamos para nuestro hogar depende de la cantidad de electrodomésticos que queramos conectar a la vez. Por cada kW de potencia contratada se paga un precio, así que hay que valorar que a lo mejor no necesitamos de tantos kW. Por ejemplo, si vives sola, o no pasas mucho tiempo en casa, o eres organizada y sabes que no debes poner el horno y la lavadora a la vez, entonces es probable que te compense disminuir la potencia eléctrica contratada.  
  • Elegir la tarifa eléctrica adecuada: de nuevo en relación con el punto anterior, es interesante que revises la tarifa eléctrica que tienes contratada y la valores en función de tus hábitos de consumo. Las compañías eléctricas ofrecen diferentes tarifas y es por ello que se pueden comparar hasta encontrar la más adecuada.
 


  • No dejes los aparatos en stand by: efectivamente, dejar la televisión apagada pero con la lucecita roja encendida supone un gasto. Por ello, lo ideal es utilizar regletas que permitan apagar de una vez todos los aparatos conectados a ella, para así asegurarnos de que no hay consumo de luz ninguno.   
     
    Opta por bombillas de bajo consumo: lo más probable es que ya cuentes con este tipo de bombillas, pues desde hace tiempo son las que priman en el mercado. De todos modos, revisa todas las bombillas de tu casa y cámbialas por aquellas de bajo consumo, que aunque el precio sea un poco mayor, a la larga duran más. Por otra parte, es importante elegir la bombilla adecuada para cada zona de la casa; por ejemplo, para esa lámpara del salón que enciendes por la noche sin un uso real concreto (mientras ves la tele o charlas con la familia) tal vez sea adecuada una bombilla con una luminosidad más baja que, por tanto, gasta menos.


  • Compra electrodomésticos de la clase energética más alta: el precio será un poco mayor a cualquier de una clase energética más baja, pero a la larga lo amortizarás, pues su consumo es menor y más eficiente. 
  • Aprovecha el calor residual del horno y la vitrocerámica: cuando cocines, no apagues el fuego al acabar, sino un poco antes para terminar de cocinar con el calor residual, de esta manera ahorrarás poco a poco. ¿Sabes eso de cuando decimos: “al pescado le quedan 10 minutos en el horno”? Ese el momento para aprovechar el calor que aún mantiene el horno.
  • Utiliza programas cortos de lavada en frío para la lavadora y el lavavajillas.



  • Calefacción o calefactor: sea la opción que tengas en tu casa, lo ideal es asegurarse de que puertas y ventanas están aisladas adecuadamente, pues de esta manera se evita que el calor se pierda (lo mismo ocurre con el frío del aire acondicionado). De igual forma, es importante que si solo se pretende calentar una habitación (en el caso de los calefactores), se cierren las puertas del resto de habitaciones para que así el calor no se pierda por toda la casa, además de que el consumo será mayor al necesitar más tiempo. En cua
    nto al tipo de calefactor, optar por uno de aceite, aunque más caro, hará que el ahorro sea mayor. 
  • No bajes demasiado la temperatura del aire acondicionado: lo ideal es no bajar de los 25 ºC, además de apagarlo unos 30 minutos antes de salir de casa, pues de esta manera seguirás fresquito a la vez que tu cuerpo se adecua a la temperatura exterior. 




  • Aprovecha la luz natural: a medida que se vaya el sol, no te olvides de levantar las persianas y abrir las cortinas para aprovechar al máximo la luz natural. Y si estás pensando en hacer alguna reforma en casa, optar por un buen ventanal disminuirá el consumo de luz.
Y si necesitas un electricista que te ayude a gestionar todos los detalles técnicos concernientes al gasto en la factura de luz y la posible reducción del consumo, en Zaask cuentas con los mejores, así que no dudes en contactarlos. 

Janire

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