No he podido evitar la tentación de mostraros estas imágenes de una belleza extraordinaria, la naturaleza en todo su esplendor. Todas las estaciones del año nos proporcionan estampas maravillosas, pero quizás es la primavera la que nos ofrece unos contrastes de color casi inimaginables.
Los animales y las plantas despiertan de su letargo con fuerza y todas sus ganas de sol después de las bajas temperaturas del invierno.
La naturaleza nos da una gran fuente de inspiración decorativa y además con su generosidad sin límites nos regala flores, frutos y otros elementos para decorar nuestra casa, como las mimosas o la flor del membrillo que utilicé para adornar un pequeño rincón de mi terraza.
Decorar con elementos recogidos de la naturaleza, (siempre con respeto, cuidando el entorno y ecosistema), aporta una belleza inigualable.
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