Ahora es el mejor momento de las calas de color, también conocidas como lirios de agua. Su floración empieza a finales de la primavera y dura todo el verano, por lo que ya casi puedes empezar a disfrutarlas en todo su esplendor. Con la llegada del otoño, verás que las flores empiezan a marchitarse, por lo que tendrás que retirar todas las partes marchitas para que vuelva a florecer el año próximo. Estas plantas vivaces destacan por sus grandes flores, en forma de tulipa acampanada, y hojas de color verde oscuro.
Las calas son de ciclos anuales, de manera que desaparecen totalmente después de florecer. El color más característico de sus flores es el blanco, aunque también las puedes encontrar amarillas, naranjas, rosas o violáceas. Se aprecian por su agradable aroma, pero especialmente por su aspecto y tamaño, ya que pueden alcanzar el metro de altura. Puedes cultivarlas tanto en el exterior como en el interior pero, aunque soportan bien el sol, es más recomendable que las sitúes en zonas de sombra o semisombra sin que les falte demasiada luz, ya que podría provocar una menor floración y un mayor desarrollo de las hojas.
Via:Jardiland
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