Los propietarios compraron una antigua casa en la provincia de Cataluña. Uno quería convertirla en una auténtica masía, otro en una vivienda que reflejara la luminosidad mediterránea. Y fue posible reformarla al gusto de ambos.
"Esta casa demuestra que en muchas ocasiones no hace falta ceder para crear una casa al gusto de dos personas con estilos diferentes............solo hace falta buscar el camino para converger"
Mientras la propietaria quería colores grisáceos, piedra, madera y un ambiente rústico elegante, el quería luz, blanco y pinceladas de azul que le recordaran a Formentera. La solución fue un poco de los dos y el resultado......¡Juzgadlo vosotros mismos!
Imágenes: Mi casa
¿Qué os ha parecido? perfecta para este soleado domingo de septiembre.
Janire
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