Productos nórdicos
Además de cálidos y elegantes, los suelos de madera natural ofrecen la posibilidad de poder renovar su capa superficial para reparar el desgaste y los pequeños arañazos o golpes que puedan haberse producido durante su uso. Esta fácil restauración, que podrá llevarse a cabo más o menos veces en función del grosor de la capa noble del parqué, es algo que conviene tener en cuenta tanto a la hora de elegir un pavimento nuevo como de reparar el que ya se tiene. Estrenarás suelo por mucho menos de lo que te costaría cambiarlo.
Hoy gracias a Houzz consultamos a dos expertos que nos darán la debida información y consejos para mantener y recuperar un suelo de madera.
Anímate a restaurar. La madera es un material natural que envejece con elegancia y que, con un cuidado y mantenimiento adecuados, puede acompañarnos durante toda la vida. Para ello es aconsejable que los suelos realizados en este material se restauren “siempre que luzcan un aspecto desgastado, cuando notemos que han perdido color o que presentan rasguños e imperfecciones causadas por el uso diario o las inclemencias del tiempo”. Además “los barnices actuales permiten que sean renovados antes de que estén totalmente deteriorados, sin tener que llegar hasta la madera desnuda y, por tanto, evitan reducir espesor de la misma, con lo que se alarga todavía más la vida del pavimento”.
De hecho, la única limitación a la cantidad de restauraciones que puede recibir un suelo de madera es la capa de madera noble o vista, que puede oscilar entre los 2,5 y 6 mm de los parqués multicapa de colocación flotante hasta los algo más de 20 mm de las tarimas macizas. De ahí que esta sea una de las principales razones de las diferencias de precio que se dan entre los distintos tipos de suelos, junto con la variedad de la madera y sus acabados. Sea como sea, “mientras haya suficiente capa de madera, siempre es aconsejable restaurar un suelo de este material”, asegura Vincenzo Panzuto.
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El proceso. La restauración de un suelo de madera se centra, básicamente, en lijar la superficie para posteriormente aplicar el tratamiento que se decida, aunque el procedimiento puede implicar otro tipo de acciones en función del estado en el que se encuentre el pavimento. Vincenzo Panzuto lo explica así: “El primer paso es estudiar la estabilidad del pavimento para, si fuese necesario, estabilizar y consolidar posibles zonas inestables. En este momento se evalúa también si es necesario sustituir alguna pieza que se encuentre especialmente dañada. A continuación se procede con el acuchillado para eliminar el barniz viejo y allanar la superficie. Si en este punto el suelo presenta golpes o pequeñas hendiduras, se pueden reparar con masilla, compuesta generalmente por serrín del mismo suelo mezclado con productos específicos. Por último, se aplica el acabado elegido por el cliente: barniz, aceite, etc”, detalla.
El proceso. La restauración de un suelo de madera se centra, básicamente, en lijar la superficie para posteriormente aplicar el tratamiento que se decida, aunque el procedimiento puede implicar otro tipo de acciones en función del estado en el que se encuentre el pavimento. Vincenzo Panzuto lo explica así: “El primer paso es estudiar la estabilidad del pavimento para, si fuese necesario, estabilizar y consolidar posibles zonas inestables. En este momento se evalúa también si es necesario sustituir alguna pieza que se encuentre especialmente dañada. A continuación se procede con el acuchillado para eliminar el barniz viejo y allanar la superficie. Si en este punto el suelo presenta golpes o pequeñas hendiduras, se pueden reparar con masilla, compuesta generalmente por serrín del mismo suelo mezclado con productos específicos. Por último, se aplica el acabado elegido por el cliente: barniz, aceite, etc”, detalla.
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Tiempo. La duración de las obras dependerá mucho del estado inicial del pavimento y del tipo de suelo (tablillas encoladas, flotante, macizo, etc.), aunque los dos expertos consultados coinciden en que los trabajos pueden requerir desde unos días –lo más habitual en instalaciones domésticas– hasta varias semanas, en caso de suelos complejos en los que se mezclen distintos tipos de madera. De ahí que sea aconsejable planificar con tiempo la reforma, ya que implica vaciar completamente el espacio para poder trabajar en él. “Puede restaurarse por habitaciones, lo que permite al cliente seguir viviendo en su casa”, explica al respecto Vincenzo. Aunque advierte que “en ese caso, habrá que prestar mucha atención a los materiales que se vayan a emplear para que sean de baja toxicidad y poco olor”.
“Hace algún tiempo, el acuchillado de suelos suponía tener que retirar o cubrir todos los objetos delicados de la zona de trabajo. El ambiente polvoriento creado no era sano ni agradable”, explica Antonio López, quien destaca que en la actualidad existen sistemas de lijado menos invasivos, “en los que todo el polvo se acumula en la bolsa de un aspirador conectado a la lijadora, de forma que el tiempo de obra se reduce y, sobre todo, no es necesario abandonar la vivienda”.
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El mejor acabado. Una vez pulido el suelo, existen diferentes tratamientos de superficie en función del acabado que se busque, el tipo de madera y, en particular, el uso que se vaya a dar al suelo. “Es importante ser conscientes de dónde está instalado el parqué, qué tipo de uso tiene el espacio –no es lo mismo un dormitorio que una zona de paso–, cuáles son las propiedades que queremos destacar de la madera –su tono natural o, por el contrario, un tintado totalmente distinto–, si se busca un acabado brillante o mate… Entre otras cuestiones, estas nos permitirán decidir el producto más adecuado en cada caso de entre una oferta muy amplia”, recomienda Antonio López.
¿Es una reforma con un precio asequible? Un suelo de madera es una inversión que ayuda a amortizar su posibilidad de restauración. Y es que, tal y como nos aseguran los profesionales consultados, siempre sale a cuenta reparar o recuperar un suelo de madera natural en comparación con sustituirlo por uno nuevo, que es la única opción posible en otro tipo de suelos. “El acuchillado y barnizado de un suelo de madera puede ser muy económico si está en buenas condiciones”, dice Vincenzo Panzuto, que sitúa en unos 20€/m2 el coste de este trabajo, aunque advierte que “en caso de suelos muy dañados habría que evaluar de modo particular si merece la pena restaurarlo o si es mejor cambiarlo”.
Por su parte, Antonio López puntualiza que “el precio puede variar dependiendo del material que se emplee en la restauración e incluso de la zona geográfica de España en la que se realice el trabajo”, por lo que él sitúa entre “18 y 26 €/m2 el precio medio de la renovación de un suelo de madera con materiales de calidad”. Trabajos muy especiales como cepillados in situ o tintados pueden incrementar el coste hasta situarlo entre los 30 y los 45 €/m2, según ambos.
Tiempo. La duración de las obras dependerá mucho del estado inicial del pavimento y del tipo de suelo (tablillas encoladas, flotante, macizo, etc.), aunque los dos expertos consultados coinciden en que los trabajos pueden requerir desde unos días –lo más habitual en instalaciones domésticas– hasta varias semanas, en caso de suelos complejos en los que se mezclen distintos tipos de madera. De ahí que sea aconsejable planificar con tiempo la reforma, ya que implica vaciar completamente el espacio para poder trabajar en él. “Puede restaurarse por habitaciones, lo que permite al cliente seguir viviendo en su casa”, explica al respecto Vincenzo. Aunque advierte que “en ese caso, habrá que prestar mucha atención a los materiales que se vayan a emplear para que sean de baja toxicidad y poco olor”.
“Hace algún tiempo, el acuchillado de suelos suponía tener que retirar o cubrir todos los objetos delicados de la zona de trabajo. El ambiente polvoriento creado no era sano ni agradable”, explica Antonio López, quien destaca que en la actualidad existen sistemas de lijado menos invasivos, “en los que todo el polvo se acumula en la bolsa de un aspirador conectado a la lijadora, de forma que el tiempo de obra se reduce y, sobre todo, no es necesario abandonar la vivienda”.
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El mejor acabado. Una vez pulido el suelo, existen diferentes tratamientos de superficie en función del acabado que se busque, el tipo de madera y, en particular, el uso que se vaya a dar al suelo. “Es importante ser conscientes de dónde está instalado el parqué, qué tipo de uso tiene el espacio –no es lo mismo un dormitorio que una zona de paso–, cuáles son las propiedades que queremos destacar de la madera –su tono natural o, por el contrario, un tintado totalmente distinto–, si se busca un acabado brillante o mate… Entre otras cuestiones, estas nos permitirán decidir el producto más adecuado en cada caso de entre una oferta muy amplia”, recomienda Antonio López.
En general los tratamientos más usados son el barniz –acrílico con base agua, mucho más limpio que los tradicionales con base disolvente y con mucho menos olor– y el aceite –una opción más adecuada cuando se busca realzar la belleza natural de la madera–. “Ambos se presentan tanto en versión incolora como teñida, lo que ofrece la posibilidad de elegir entre una gran variedad de acabados”, explica Vincenzo, quien además apunta el acabado de moda: “El cepillado, un aspecto rugoso más moderno que los parquetistas expertos logran dar al suelo durante su restauración”.
¿Es una reforma con un precio asequible? Un suelo de madera es una inversión que ayuda a amortizar su posibilidad de restauración. Y es que, tal y como nos aseguran los profesionales consultados, siempre sale a cuenta reparar o recuperar un suelo de madera natural en comparación con sustituirlo por uno nuevo, que es la única opción posible en otro tipo de suelos. “El acuchillado y barnizado de un suelo de madera puede ser muy económico si está en buenas condiciones”, dice Vincenzo Panzuto, que sitúa en unos 20€/m2 el coste de este trabajo, aunque advierte que “en caso de suelos muy dañados habría que evaluar de modo particular si merece la pena restaurarlo o si es mejor cambiarlo”.
Por su parte, Antonio López puntualiza que “el precio puede variar dependiendo del material que se emplee en la restauración e incluso de la zona geográfica de España en la que se realice el trabajo”, por lo que él sitúa entre “18 y 26 €/m2 el precio medio de la renovación de un suelo de madera con materiales de calidad”. Trabajos muy especiales como cepillados in situ o tintados pueden incrementar el coste hasta situarlo entre los 30 y los 45 €/m2, según ambos.
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Una reforma sostenible. Cuidar y conservar lo que ya se tiene puede ser también un modo de proceder sostenible. Desde este punto de vista, la restauración de un suelo de madera adquiere una nueva dimensión, más allá de la estética y económica. “Para tener un suelo de madera ha habido previamente que cortar un árbol, así como mecanizar y seleccionar la madera dependiendo del uso al que vaya a ser destinada. Esta madera puede durar muchas generaciones, simplemente si se la cuida y trata con los productos que requiere”, reivindica Antonio López.
Vincenzo Panzuto respalda esta actitud “absolutamente ecológica que permite tener un suelo distinto sin necesidad de utilizar madera nueva gracias a que se puede aplicar en cada restauración un acabado diferente sin necesidad de instalar nuevos materiales”. Esta cuestión resulta especialmente importante en el caso de parqués antiguos o realizados con materiales de alta calidad, cuando “casi siempre merecerá la pena restaurarlo. Una solución que siempre será más económica que reemplazarlo por materiales de valor equivalente, incluso si esto fuera posible”, concluye.
Una reforma sostenible. Cuidar y conservar lo que ya se tiene puede ser también un modo de proceder sostenible. Desde este punto de vista, la restauración de un suelo de madera adquiere una nueva dimensión, más allá de la estética y económica. “Para tener un suelo de madera ha habido previamente que cortar un árbol, así como mecanizar y seleccionar la madera dependiendo del uso al que vaya a ser destinada. Esta madera puede durar muchas generaciones, simplemente si se la cuida y trata con los productos que requiere”, reivindica Antonio López.
Vincenzo Panzuto respalda esta actitud “absolutamente ecológica que permite tener un suelo distinto sin necesidad de utilizar madera nueva gracias a que se puede aplicar en cada restauración un acabado diferente sin necesidad de instalar nuevos materiales”. Esta cuestión resulta especialmente importante en el caso de parqués antiguos o realizados con materiales de alta calidad, cuando “casi siempre merecerá la pena restaurarlo. Una solución que siempre será más económica que reemplazarlo por materiales de valor equivalente, incluso si esto fuera posible”, concluye.
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Buenos cuidados. Un mantenimiento periódico es la forma de que un suelo de madera se mantenga impecable durante más tiempo y, por tanto, se reduzca la cantidad de restauraciones necesarias. Ese mantenimiento dependerá en gran medida del acabado: “Un pavimento de madera con acabado barnizado necesita una limpieza con productos específicos para parqué, mientras que si tiene una superficie aceitada, además de esa limpieza necesitará un mantenimiento anual a base de aceite, de cara a renovar su protección”, asegura Vincenzo. “Estos cuidados puede llevarlos a cabo el propio particular y, a la larga, proporcionarán un mejor rendimiento del pavimento, puesto que año tras año la madera estará recibiendo un tratamiento que mejorará su aspecto”, concluye.
Buenos cuidados. Un mantenimiento periódico es la forma de que un suelo de madera se mantenga impecable durante más tiempo y, por tanto, se reduzca la cantidad de restauraciones necesarias. Ese mantenimiento dependerá en gran medida del acabado: “Un pavimento de madera con acabado barnizado necesita una limpieza con productos específicos para parqué, mientras que si tiene una superficie aceitada, además de esa limpieza necesitará un mantenimiento anual a base de aceite, de cara a renovar su protección”, asegura Vincenzo. “Estos cuidados puede llevarlos a cabo el propio particular y, a la larga, proporcionarán un mejor rendimiento del pavimento, puesto que año tras año la madera estará recibiendo un tratamiento que mejorará su aspecto”, concluye.
Espero que los consejos de Houzz os hayan sido de ayuda.
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Muy buen artículo sobre la restauración de suelos de madera. Quería añadir que los topes de goma para muebles u otro tipos de protecciones de similar naturaleza son una excelente inversión para preservar la integridad de los suelos restaurados. Al colocar estos topes en las patas de los muebles, se reduce el riesgo de arañazos y daños que podrían requerir restauraciones frecuentes. Es un pequeño detalle que puede ayudar a mantener el suelo en óptimas condiciones por más tiempo. ¡Un excelente complemento para el cuidado del parquet!
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