Necesitaba desconectar unos días del ordenador, y este pequeño puente del 1 de Mayo ha sido la escusa perfecta para descansar y viajar con mi familia y mis amigos a Navarra.
Nos hemos alojado en una casa rural, cuyas vistas y paisajes desde las habitaciones os muestro en el post de hoy, en el Valle del Bidasoa a la orilla de un riachuelo y con las faldas de los montes Navarros como telón de fondo, Si aunque parezca increíble son las primeras estampas que veíamos al levantarnos. Un paisaje de un verde intenso profundo que lo envuelve todo.
Han sido unos pocos días magníficos conectados con la naturaleza en el que los peques han disfrutado rodando por las laderas sobre un mullido césped, saltando de piedra en piedra sobre los riachuelos intentando no caer al agua, haciendo de improvisados pastores e incluso aprendiendo a hacer queso. Todo esto mientras el tiempo pasaba tranquilo, sereno, disfrutando de las cosas sencillas como el vuelo de las águilas que nos deleitaban con su majestuosa presencia o algún que otro cencerro que rompía el silencio.
Poco a poco recobraré la normalidad, mientras deshago maletas y pongo lavadoras.....así que el post de decoración hoy llegará un poco mas tarde, quizás aún me queda un poco de calma y serenidad de los momentos vividos y el día irá transcurriendo con un ritmo mas natural y sin atropellos.
Imágenes: Ayuda a decorar
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