Un pequeño apartamento de 45 metros cuadrados decorados en tonos pasteles y dibujos geométricos. Las paredes de ladrillo se pintaron en blanco para dar más luz a las estancias. Su distribución esta estudiada al milímetro aprovechando al máximo los espacios y huecos de cada estancia. El dormitorio integrado en el salón es una buena prueba del aprovechamiento del espacio, alzándose en diferente nivel para colocar cajones en el peldaño.
Via.Decor8
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